Nadie pone en duda la vital importancia del enriquecimiento del vocabulario infantil. Cuanto más abundante y variado sea el léxico que domina el niño, tanto mejor podrá hacerse entender y, naturalmente, entender a los demás, y comprender lo que lee; tanto más efectiva será, por consiguiente, la comunicación, función esencial del lenguaje humano, y tanto más efectiva también la misión informativa y educativa de éste.

La enseñanza de un repertorio lo más rico posible de palabras y recursos del idioma, es labor fundamental de la escuela primaria en la formación educativa del niño. Proporcionarle un vocabulario general de comunicación, común a todos, y enriquecerlo cuanto sea posible, son tareas que hay que iniciar desde su llegada a la escuela, con un bagaje lingüístico que gira casi exclusivamente alrededor de las ideas y objetos que asocia a su propio yo.