La alegría que proporciona un hermoso cuento, una breve historia emocionante, es la más límpida e intensa a que puede aspirarse en literatura. Es un goce abarcable y conciso, como una carretera de caballos o el rutilar perfecto de una aria.
El curioso lector -como antes solía llamársele, con elogio que espero alguien siga mereciendo- encontrará aquí casi todos los relatos que he escrito hasta la fecha.